Santiago Ramos, arquitecto de 33 años, lleva un año rodando por Sur América en bicicleta.
Un pedal roto, caminos derrumbados por las lluvias y ascensos a 4.000 metros de altura no lo han detenido. Constante sobre su bicicleta, el mexicano Santiago Ramos ha sorteado los obstáculos de las carreteras suramericanas y ha rodado más de 12 mil kilómetros.
Su aventura comenzó en Bogotá el 20 de septiembre de 2011 y terminará con suerte, si no le roban la cicla, en enero del 2013. Entonces habrá recorrido unos 5 mil kilómetros más.
Santiago tiene 33 años, es arquitecto y a punta de sus músculos ha conocido Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Argentina. Eligió la bicicleta porque hacer este viaje “con tu propia fuerza tiene su gozo”. Agrega además que “el ritmo de la bicicleta es perfecto para viajar: no es ni muy rápido ni muy lento. Vas desnudo, no llevas ventanas, no llevas muros, y como vas en silencio, ves animales salvajes y no te oyen, los sorprendes”.
Colombia y Perú son sus países favoritos hasta ahora, por la topografía y la cultura, pese a que sufrió atravesarlos. “El peor lugar para andar en carretera es Colombia. Hay ciclistas por todos lados pero los conductores son unas bestias y se comen las curvas”, narra. Añade que en Perú pasó momentos difíciles por el invierno, pues “todos los días había caminos derrumbados, ríos crecidos y fríos espantosos”.
En Ecuador paseó por Guayaquil y Quito, en Bolivia agradeció la cortesía de los conductores que se cambiaban de carril para cederle el paso y en Argentina ha ‘sudado’ con los problemas económicos.
Ahora está en Mendoza, Argentina, y su meta es llegar a Tierra de fuego por Chile. El viaje, dice, “es duro pero no es imposible, no es sobrehumano”. Lo más complicado, en su opinión, es la soledad.
Su consejo, para quien quiera hacer un recorrido como el suyo, es no obsesionarse con hacer todo el viaje en bicicleta: “Hay veces que tendrás que subirte a un bus porque se dañó un pedal”, concluye.
Nota publicada en el blog Yo prefiero la ‘bici’, de Diario ADN Colombia, en junio de 2012.