¡Qué linda es la primavera!
En las tardes de la primavera londinense, las mirlas cantan como si amaneciera en Bogotá. Hablarán del largo invierno que por fin cesó y buscarán pareja. A mí me dijeron: “sal […]
En las tardes de la primavera londinense, las mirlas cantan como si amaneciera en Bogotá. Hablarán del largo invierno que por fin cesó y buscarán pareja. A mí me dijeron: “sal […]
Quisiera asomarme a la puerta del armario y transportarme a Bogotá, en un viaje sin costo de 8.500 kilómetros. Saludaría a mi familia, me recargaría de sol y de calor […]