Si hace catorce años hubiera existido un premio al fanático de Harry Potter más obsesionado, yo podría haber ganado el primer premio en Colombia: tenía el juego de pociones, los dulces Bertie Botts, las cucarachas de chocolate, los libros de texto que Harry usaba en Hogwarts, calendarios, bufandas bordadas con las iniciales HP –tejidas por mi mamá-, y sé que omito otras cosas. Incluso en mi fiesta de quince años hubo túnicas de mago en lugar de vestidos elegantes.
Ya no soy esa fanática. Mi yo adolescente se enojaría muchísimo con mi yo actual por mi escaso conocimiento de Harry y mi poco interés sobre su mundo. Ni siquiera tengo claro qué ocurrió en el séptimo libro; solo recuerdo mi fin de semana en mi nido (léase cama) para devorar la última entrega de la saga.
A Harry le debo mucho. Haber aprendido inglés, por ejemplo. Por allá en el año 2003, el quinto libro ya se había publicado en inglés pero aún no había llegado a Colombia en español. Yo, ansiosa, obsesiva, ¡necesitaba, era una urgencia señores, saber qué pasaría con Harry y El-que-no-debe-ser-nombrado! Probé a releer los primeros libros de la serie en inglés, diccionario y libro correspondiente en español en mano, muy despacio, y jugaba a estar en el mundo de Harry con mi prima estadounidense, otra obsesionada con recibir una carta de ingreso a Hogwarts. El mago de la cicatriz en la frente me ayudó a hacerme bilingüe: entonces, claro, la prioridad era saciar mi curiosidad sobre la suerte de Harry; hablar inglés era algo secundario.
Si no fuera por Harry, quién sabe si me habría hecho periodista y bloguera. Entre 2002 y 2003, dediqué mis vacaciones a crear la “primera página de Harry Potter en Colombia” –quise adueñarme de ese título, pero ya nacían otros grupos y portales virtuales en mi país natal-. Mi portal se llamaba Mundo Harry Pottiense y el nombre fue idea Yudy, una amiga potterhólica del colegio. Los despojos de la página hoy se pueden consultar en el archivo de Internet, aquí.
En mis últimos años de colegio aprendí a animar gifs, extraer imágenes de vídeos, transcribir entrevistas y/o traducirlas al español. Entonces mi mayor logro, y el comienzo de mi tímida carrera periodística, fue una entrevista a uno de los actores secundarios de la película, Percy Weasley (Chris Rankin).
Mi yo de 16 años introdujo la entrevista con una gran emoción: “Chris Rankin tuvo la delicadeza, la gentileza de responder estas preguntas en exclusiva para Mundo Harry Pottiense. Sin tener ninguna obligación de hacerlo y en medio de su mudanza. Le estaré siempre agradecida por esta maravillosa oportunidad de entrevistarlo.
Hola Vanessa … espero que ésta entrevista esté bien- la hice un poco apurado- porque tengo un MONTÓN de cosas por hacer en el momento. De todos modos gracias por escribir-.
Con cariño,
Chris
xxx”
Para leer la entrevista completa con Chris, puede hacer clic aquí
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